La caldera es el corazón de tu hogar, la que trabaja arduamente para mantenerlo caliente y proporcionar agua caliente durante todo el año. Por este motivo, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento periódico si quieres mantenerte cómodo durante los fríos meses del invierno.
Aunque siempre es esencial contratar a un profesional para el mantenimiento de la caldera de gas, hay algunas cosas simples que puedes hacer tú mismo para asegurarte de que se mantiene en las mejores condiciones. A continuación, te traemos 10 consejos de mantenimiento de la caldera para que tu caldera funcione sin problemas.
1. Haz una revisión anual de la caldera
Es importante solicitar un servicio de revisión de la caldera al menos una vez al año, incluso aunque la caldera parezca estar funcionando a la perfección. Durante un servicio, el técnico identificará cualquier fallo y, en última instancia, se asegurará de que la caldera funcione de manera segura y eficiente.
Hacer que tu caldera sea revisada regularmente te ayudará a detectar posibles problemas que pueden derivar en graves averías en el futuro. Las revisiones cuestan muy poco dinero y pueden ayudarte a ahorrar una cantidad mucho mayor si se produce una avería y tuvieras que reparar la caldera.
2. Enciende la calefacción con regularidad
Un gran consejo para el mantenimiento de la caldera es encenderla al menos una vez al mes, incluso en verano, para que funcione de manera eficiente. Esto ayudará a limpiar la bomba de la caldera de cualquier suciedad que haya podido acumularse cuando no se encuentre en uso.
Encender la calefacción central de 10 a 15 minutos de vez en cuando puede ayudar a mantener todos los elementos en perfectas condiciones de funcionamiento y minimizar las posibilidades de avería.
3. Comprueba la presión de la caldera
Merece la pena revisar el manómetro de la caldera para ver si es necesario rellenar. Lo ideal es que haya una lectura de entre una y dos barras. Cualquier valor por debajo de una barra es demasiado bajo y deberás volver a presurizar la caldera.
4. Purga los radiadores
Es importante comprobar que tus radiadores funcionan correctamente. Si tienen puntos fríos, es probable que haya aire atrapado adentro. Es recomendable purgar los radiadores antes de que llegue el invierno para garantiza que el sistema de calefacción funciona de manera eficiente cuando más lo necesites.
5. Equilibra los radiadores
¿Los radiadores más alejados de la caldera están más fríos que los que están más cerca? Si este es el caso, es posible que tengas que equilibrarlos. El problema es que no es tan sencillo como purgar radiadores y es posible que tengas que llamar a un técnico para realizar esta tarea en particular. El proceso conlleva ajustar los radiadores, garantizando que haya una distribución uniforme del agua caliente en cada radiador de la casa.
6. Evita bloqueos
Las calderas deben ventilarse adecuadamente. Así que asegúrate de que no haya desorden alrededor, que no haya nada que cubra o bloquee las salidas de aire y que los conductos de humos exteriores no estén bloqueados.
7. Busca una llama azul
Si la llama de tu caldera es visible, comprueba si es de un color azul fuerte. Una llama naranja o amarilla indica que algo va mal y que es necesario llamar a un técnico lo antes posible.
8. Evita que la tubería de condensado se congele
Cuando la temperatura descienda por debajo de cero, la tubería de condensado externa puede congelarse, lo que podría provocar un bloqueo y hacer que la caldera se apague. Sin embargo, hay formas de evitar que esto ocurra.
Si la tubería de condensado aún no está aislada, puedes envolverla en algunas toallas viejas o poner un poco de aislamiento de espuma para tuberías. También es útil subir la calefacción en el termostato de la caldera para evitar la condensación.
9. Instala una alarma de monóxido de carbono
Una forma de protegerse contra el envenenamiento por monóxido de carbono es instalar una alarma audible de monóxido de carbono en la casa. Si la alarma detecta monóxido de carbono, te alertará de inmediato. Las alarmas cuestan aproximadamente entre 15 y 30 €, y pueden encontrarse en la mayoría de las tiendas de bricolaje. Instálala al menos a un metro de la caldera, a ser posible dentro de la misma habitación, y recibirás un aviso si la caldera comienza a producir monóxido de carbono.
10. Déjalo en manos de los profesionales
Si detectas un problema serio en la caldera, no intentes arreglarlo tú mismo. Ponte en contacto con un técnico especializado que sepa cómo realizar el mantenimiento de una caldera.